PERFIL HISTÓRICO CULTURAL DE CD. MANTE
Por: Sr. Juan José Mata Bravo
(Cronista de la Ciudad)
La región de lo que hoy es el Mante fué conocida por su nombre huasteco de
los "cinco potreros de Tamatán", palabra que ésta en lengua "Tenek"
o huasteca que significa "Lugar de canoas".
Según diversos documentos, era sumamente insalubre a causa de las
inundaciones que sufrían las tierras al desbordarse los ríos regionales, principalmente
el río Mante, cuyas aguas permanecían meses sin salida dando lugar a la formación de
gruesas capas de lama, que se convertían en campo propicio para la proliferación de
zancudos, además de que abundaban los "tábanos", insecto cuya picadura es
sumamente dolorosa. Por ésas razones no se produjeron asentamientos humanos de colonos
españoles o criollos, ya que no soportaban la insalubridad de la zona, a la que, sin
embargo, reconocían como muy fértil y adecuada para diversos cultivos.
Conforme a investigaciones de varios
estudiosos, en éstas tierras vivían tribus indígenas de
"recolectores-cazadores", pero con el predominio de parnes, chichimecas y
janambres. Sobre todo éstos últimos representaban un formidable escollo para los
intentos colonizadores, pues atacaban indiscriminadamente a todos los que pretendieran
asentarse en cualquier punto de "Tamatán".
Refieren distintos relatos que los janambres hostilizaban continuamente a los colonos y
cuando éstos trataban de repeler los ataques, los indígenas se refugiaban entre el monte
formado, entre otras, por una planta muy espinosa, llamada "choveno" o
"sinvergüenza', de donde no había poder humano que los hiciera salir.
Existen, por otra parte, indicios de
que desde muy temprano en la conquista de México, la región de El Mante actual fue
visitada por varios misioneros agustinos, entre ellos Fray Juan de Mesa, Fray Nicolás de
San Paulo (de apellido Witte); Fray Comelio de Bye y Fray Antonio de Roa, quienes
misionaron en sitios como el Tamezín (Tamesí, Tanchipa (Tanchipa) y Tanguanchín; ésto
según datos aportados por la doctora Patricia Osante en su obra "Orígenes del Nuevo
Santander".
Pero, según las evidencias
disponibles, ninguno de ellos estableció alguna misión u otro asentamiento o, por lo
menos, ninguna de las fuentes consultadas da razón de ello. Por lo tanto, los "Cinco
potreros de Tamatán", que también se conocían como el "Frondoso paraje de
Canoas", quedaron fuera de las fundaciones oficiales, inclusive de las escandonianas.
La mala calidad de las tierras de San
Juan Bautista de Horcasitas (hoy Magiscatzin, municipio de González), fundado por José
de Escandón el 11 de mayo de 1749, obligó a varios de sus colonos a incursionar hacia el
lado de la Sierra de Tanchipa, incluyendo los alrededores del nacimiento del Río Mante,
donde abrieron al cultivo una gran cantidad de tierras fértiles que les garantizaban
excelentes cosechas de maíz, frijol, caña de azúcar, chiles y hasta frutales, con lo
que aseguraban la subsistencia y obtenían remanentes considerables para comerciar.
Así, en noviembre de 1750, estando
Escandón en visita de inspección en Horcasitas, encuentra ya consumado el hecho de la
apertura de estas tierras encontrándola justificada y procede a gestionar la donación de
las mismas al obispo de Manila, don Manuel Antonio Rojo de la Fuente y Vieyra, quien
accedió a lo solicitado por considerarlo de justicia.
Luego de los trámites y de las diligencias requeridas, Escandón ordena al capitán Juan
Antonio de Barberena tomar posesión de las tierras de los "Cinco potreros de
Tamatán", lo que según testimonio del propio Barberena ocurre el ocho de marzo de
1764, levantándose la lista oficial de los colonos mercedados, pertenecientes a las
parcialidades de indios huastecos y olives que habitaban en Horcasitas. Miguel Velázquez
y Ausencio Hemández representaban a los primeros y Andrés Gómez a los segundos. Treinta
cinco colonos fueron ubicados en las inmediaciones del nacimiento del Río Mante y sesenta
y seis más desde El Abra hasta Tanchipa.
Con base en éstos datos, algunas
personas consideran ésta fecha y a éstos colonos como los fundadores de lo que se
conocía como "Frondoso paraje de Canoas", más tarde "Rancho Canoas",
posteriormente Villa Juárez y actualmente Ciudad Mante.
Sin embargo, debernos reconocer que un reparto de tierras no significa, necesariamente, la
fundación de un poblado y, en ese sentido, la actual Ciudad Mante no tiene una fecha
precisa de fundación.
Hemiciclo a Benito Juárez
localizado en la Plaza Principal de Cd. Mante
ORIGEN DEL NOMBRE
"MANTE"
El señor Hipólito Avilés, vecino e investigador radicado en Ciudad Mante,
sostiene que la palabra "mante" procede del náhuatl y que está compuesta por
tres vocablos de ese idioma. "man", "atl" y "tetl", que
significan "lugar de", "agua" y "piedra", por lo que unidos
significarían "lugar del agua en la piedra" o "donde brota el agua de la
piedra", en clara alusión al nacimiento del Río Mante, pues allí surge el agua de
la roca de la Sierra de Cucharas.
Unicamente que para desmentir lo
anterior, tenemos que recordar que en esta región jamás habitaron los indígenas
náhuatls, y, en cambio, está plenamente probado que las tribus que vivían aquí eran
huastecas, esto es, una rama de los mayas y que el lenguaje que utilizaban era el
"tének" o "huasteco", pero no el náhuatl.
Conforme a consultas con diversos
eruditos que han profundizado en el estudio del "tének", se sabe que la palabra
"mante" es de ése orígen y que se forma con dos raíces que son:
"man", que significa "amarillo" y "te", que significa
"palo" o "árbol".
Salta a la vista que se refiere al árbol del mismo nombre, cuyo fruto, cuando madura, es
de un amarillo intenso que llega a dar ese color a la fronda del árbol viéndose amarillo
a la distancia.
Por otra parte, es claro que es el
árbol el que le da su nombre al río, más tarde al Ingenio y luego a Ciudad Mante.
Si la versión del señor Avilés fuera cierta, solo se llamaría así al río, pero no el
árbol, pues este "no brota del agua entre la piedra".
Así, pues, debemos aceptar como correcta la nominación de "Mante" a partir del
árbol del mismo nombre, de la familia de las zapotáceas.
"Mante", entonces, significa "palo (o árbol) amarillo"
CRONOLOGÍA DE HECHOS
HISTÓRICOS
El 8 de
marzo de 1764 el capitán Juan de Barberena entra en posesión de los "Cinco potreros
de Tamatán", por órdenes de José de Escandón, más tarde transformados en
"Rancho Canoas", que después se desagregaron de Horcasitas para pertenecer a
Quintero.
En 1921 Quintero pierde su rango de
municipio y de cabecera municipal, para cederlos al Rancho Canoas, que con ese motivo se
convirtió en cabecera municipal con el nombre de Villa Juárez, quedando Quintero
comprendido dentro del nuevo municipio.
El 28 de Octubre de 1937 desaparece
Villa Juárez para convertirse en Ciudad Mante, como cabecera del municipio de El Mante,
que conserva hasta la fecha.
Durante las visitas de campo de este
proyecto se visitaron aproximadamente 45 sitios de arte rupestre en 14 municipios de
Tamaulipas... |
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